¿Estamos destinados… o solo con ganas?
Cada vez que todo gira en torno del encanto superficial combinado con el flechazo inicial, el idilio se transforma en algo efímero. Extremadamente corto. Parecido a los aparatos que calientan en segundos, que apenas calientan rápido, pero fallan enseguida. Construir un vínculo apoyado en el atractivo exterior, es parecido a apostarle al aparato